January 29, 2009

Los de ayer y de hoy



Somos los Canizales Gutiérrez (les digo, que si la hubiera parido yo no se parecería tanto al marido).   

En sus marcas...

Después de una temporada de descanso, regreso a las agendas, los horarios y las clases. 

A partir del lunes próximo comienzo mi curso de Digital Compositing, se ve interesante en el papel y dándole un vistazo a la página de Internet el paquete que manejaré tiene muchas posibilidades. Ya estaré escribiendo próximamente sobre las vivencias de Mónica estudiando en Montreal. 

Lo bueno es que estaré activado a la neurona ya que no solamente estaré aprendiendo los conocimientos propios del curso, sino que estaré switchando entre inglés y francés con algún aderezo de español ya que por lo que vi en la reunión de inicio el curso será en franglish, es decir, si un alumno habla en inglés contestan en inglés y si hablan en francés, en francés y como tengo una compañera Colombiana pues a lo mejor hasta español hablo con ella. A ver si no termino por no entender ninguno y perderme la mitad del curso en la gimnasia mental. 

Seremos 4 estudiantes en total y cada uno contaremos con nuestra propia computadora disponible 24/7 y ningún porblema de almacenamiento de imágenes, y créanme, después de salir de la UdeM donde no puedes dejar nada en el disco duro más de 1 semana y tenía a los alumnos encima de mi pidiendo extensión de horarios para trabajar, estas facilidades son una maravilla. Mis compañeros son 2 quebecos y 1 colombiana que estudió aquí la carrera y la maestría en artes visuales, así que es casi local. 

La escuela está padre aunque los horarios no son los más cómodos. Después que el semestre pasado estuvimos relativamente tranquilos el marido y yo, ahora los dos tenemos horarios de locura y todos empalmados, con lo que Salima (la educadora de la Mademoiselle) se ha convertido en nuestra salvadora. Es increible como una persona, dependiendo de las circunstancias, se va convirtiendo en tu principal apoyo. Quien diga que una educadora-cuidadora a la que adora tu hija no es lo mejor, definitivamente está loca.   

January 22, 2009

Una hora de luz

Nunca había entendido la frase esa de "si no te tapas se te van a caer las orejas por el frío". 

Cuando la escuchaba de niña me imaginaba dejando una oreja en el buró -a lo Van Gogh-, o bien caminando por la calle dejando pedazos de oreja como Hansel y Gretel migajas de pan. Debo admitir que no terminaba de creer mucho en la aseveración, pero la tía Lola (esa tía abuela que era a mucha honra "señorita de las de antes" y poseedora de la sabiduría familiar de varias generaciones) me la repetía cada invierno regio con tanta seguridad que terminé no sólo por creerle, sino por repetirla al marido quien me sigue viendo con los mismos ojos de incredulidad con los que yo veía a la tía Lola. 

La anécdota viene al caso -o no, depende de cómo se mire-, porque jamás había experimentado un frío como el que hace aquí. Podemos estar a -2 y nevando y me puedo morir del calor, o puedo estar a -10 y tener el mismo calor o morirme del frío. En este poco tiempo me he dado cuenta que el frío no tiene relación con la nieve o el termómetro, sino con el viento y su fuerza. 

Mis parámetros acerca de lo que considero frío han cambiado de manera radical. Es cierto que en regiolandia estábamos a 0 y nos moríamos, pero tampoco estábamos preparados para soportar esas "bajas" temperaturas así que nos pegaba lo doble. Una vez oí decir a una amiga canadiense que nunca había tenido más frío en toda su vida como en Monterrey porque no hay manera de calentar una casa, y en cierto modo tiene razón. 

Es así como los esquemas se van moviendo a lo que es mi nueva "normalidad", esa que me sorprendió un día de noviembre cuando oscureció a las 4 de la tarde. Por eso agradezco ahora, en los días de más frío del año, que tengamos una hora más de sol. Esa mágica hora me permite sentir que puedo hacer vueltas con Michelle cuando la recojo de la guardería, que puedo tomar más fotos y que estoy menos tiempo encerrada en casa (aunque sea una ilusión). Esa hora me dice cuánto mi actividad cotidiana ha estado -y sigue estando- ligada al sol. 

January 21, 2009

Del jugo de piña y otros menesteres

Cambiar de país es casi como cambiar de vida, pero con el recuerdo de la anterior todavía fresco. Para bien o para mal. 

Todavía se me antoja el jugo de piña, el elote de la Purísima, las charlas inteligentes en los pasillos udemitas, el coche cuando el clima no es el mejor (y en Monterrey no lo es nunca), emocionarme con un proyecto de tv, comer tostitos con queso a media mañana, los tacos del Paisa, las enchiladas de la Juarez, compartir el sentido del humor con un extraño, toparme con un amigo donde menos lo espero ("esto es un rancho grande") o darte cuenta de que tu nuevo amigo es amigo de tu amigo.      

No extraño, sin embargo, el consumismo wannabe regio, toparme en los pasillos (y en el aula) con las versiones reloaded de Cindy la regia, sacar a los perros a pasear con una temperatura de 35 grados a las 6 de la tarde, la televisión mexicana, el agandalle, que mi hija baile con Tatiana o escuche en navidad ¨Los peces en el río" con Pandora, ver en las noticias mañaneras a Goyo impecable dando la nota roja cuando yo no me he limpiado la lagaña y los comentarios de "esto está cada vez peor" mientras te miran con cara de desesperanza. 

En todo cambio ganas y pierdes cosas, y con ello, cambias tú también. En este último año y medio pasé de ser la maestra udemita, a la mamá, a la ex-maestra y a la ama de casa desempleada con marido, niña y dos perros. Ahora me preparo para entrar en la etapa de ser nuevamente estudiante y trabajadora con los malabares que hay que hacer cuando se compagina eso con una familia. Nada mal para alguien que estaba cansada de hacer lo mismo.

Veremos pues en qué para la aventura. De lo que me gusta y no de vivir aquí hablaré en otra ocasión.   

January 12, 2009

Reflexión












Esta semana fue de reflexiones y rencuentros. Rencuentros con gente de México a la que creía perdida y reflexiones sobre mi quehacer cotidiano.

Ser mamá definitivamente ha cambiado mi vida más de cualquier cosa que había hecho anteriormente. Con Michelle las prioridades se cambian y las incertidumbres se acrecentan. 

Desde que llegó a nuestra familia Michelle nos ha retado día tras día. Primero con las necesidades típicas de una pequeña bebé, ahora con las cosas de una pequeña que está comenzando a saberse poseedora de un poder y quiere hacer uso de él. 

Está llena de dualidades, por una parte está en la etapa en que mamá es el modelo a imitar y se quiere peinar, secar el pelo, vestir y manejar la computadora como mamá; por otra parte quiere retar la autoridad y no desaprovecha la ocasión de probar su poder haciendo que mamá le de de comer, la cargue, le abra un juguete o le de algo que quiere. Entiendo que es una etapa y que la voy a extrañar cuando pase a la adoración paterna y mamá sólo sea el ser que le da de comer y la cuida, pero en este momento me hago miles de preguntas ¿hasta dónde ignorarla? ¿hasta dónde hacerle caso? ¿cuándo poner límites y cuándo seguir el juego para darle seguridad? 

Al mismo tiempo su vocabulario crece y ahora el español toma la delantera sobre el francés, ya que además de "au revoir", dice "agua", "más" y "coca", que de hecho se ha convertido en su palabra comodín ya que "coca" es la Mocha, es quiero, es mira, es perro, es Choice, es comida, es dame. 

Es tan encantadora al descubrir un juego, al cantar y bailar y cuando nos abraza y arrulla, que en esos momentos es casi impensable que se convierta en una pequeña dictadora con un volumen de voz capaz de alterar la paciencia del mismísimo Gandhi.
 
Darle seguridad y confianza pero a la vez disciplina es una de mis metas; sé lo que quiero pero encontrar la mejor manera de lograrlo es el reto al que Michelle me enfrenta cada día.

January 05, 2009

3 semanas


Pues hoy con el regreso de Michelle a la guardería y de Aldo a McGill terminaron las 3 semanas de locura. Desde que Michelle inició con su gripa y arreciaron los fríos hubo toque de queda y nos quedamos el mayor tiempo posible en casa. Nunca, pero nunca nos imaginamos lo que eso iba a causar.
Jamás...
... habíamos estado tanto tiempo Aldo y yo juntos
... se había enfermado Michelle de gripa
... los perros habían dormido tan poco tiempo
... habíamos escuchado tantos berrinches en nuestra vida
... nos había parecido tan chica la casa 
... habíamos conocido tanto a la Michelle
... había grabado tanto en un esfuerzo por hacer trabajar a la neurona
... Aldo y yo nos habíamos sincronizado con los dolores de espalda
... Michelle se había comunicado tanto y tan bien
... Aldo había paleado tanto 

Al final y después de hacer meditación trascendental y de establecer negociaciones tipo Arabes e Israelíes (con mejor resultado, espero), subrevivimos. Los perros siguen vivitos y coleando, no hay divorcio en puerta y esperamos que algún día el terapeuta de Michelle diga que no sufrió algún daño irrevocable. ¡¡Bendito!!. 

Las semanas de reclusión llegaron, las vivimos y se fueron. Como decía sabiamente el abuelo cuando llegaba toda la nietada a su casa ¨me da gusto cuando vienen, pero más cuando se van". 
 

January 03, 2009

Cambio de año

Ahora sí que no puedo decir que cambio de año = a cambio de vida porque eso hice el año pasado y mi presupuesto y agenda no aguantan 2 cambios así consecutivos. Sn embargo el próximo año sí llega con retos nuevos y viejos a los cuales enfrentarse. 
Una escuela nueva, una hija cambiando cada día, encontrar mi lugar,  decisiones que tomar, trámites qué concluir, condiciones climatológicas nuevas que enfrentar, perros a los cuales cuidar, un marido al cual acompañar, todo un año para disfrutar. 
No soy dada a hacer una lista de propósitos porque sé que voy a rebajar hasta que lo decida, voy a hacer ejercicio cuando se acabe el frío, y voy a dejar de desesperarme por las cosas que ahora me estresan cuando llegue el momento. Este año no será la diferencia. 
Trabajaré cada día, eso sí, en construir lo que busco para que llegue cuando deba llegar.