May 12, 2009

El feis

Me cae que ya estoy vieja. 

Esta aseveración la podría decir por la cara que ponen algunos cuando digo mi edad, por lo cansada que termino después de un fin de semana en que la Mademoiselle anduvo especialmente inquieta, o por lo adolorida que acabo cuando hago ejercicio. Pero no, hoy viene a cuenta como una reflexión post-facebook. 

No es que no le vea la utilidad, de hecho ahora que estoy viviendo en Canadá este blog y el facebook se han convertido en la manera de hacerle llegar a mis seres queridos palabras e imágenes de mi entorno. Me permite estar cerca sin estar cerca y compartir sin estar ahí. Pero a veces siento que se ha sobrevaluado. 

Si Juanita cumple años, mándale un mensaje por el feis y si tienes chanza un "gift" o un "regalo regio" si anda fuera del terruño. 
¿Problemas de identidad? no te preocupes, puedes hacer un test para saber si eres Mónica o Rachel de Friends, si eres más Cindy Crawford que Heidi Klum, o si realmente te pareces más a Lisa que a Bart Simpson. Ya con eso tu vida está resuelta, o al menos tu aburrimiento frente a la compu.
Por ahí puedes dar a conocer al mundo qué películas te parecieron las más interesantes de todos los tiempos, tus directores favoritos, el Top 5 de cosas que te hicieron llorar, los que consideras los mejores deportistas o las 25 cosas que piensas nadie sabe de ti.

Si pierdes contacto con alguien puedes achacarlo a que "no tiene feis"; si olvidaste escribir en el cumpleaños, échale la culpa al facebook; si no quieres escribir pero quieres hacer notar que lo viste, pones un thumbs up y ya quedó; si quieres invitar a tus amigos a un evento, lo publicas y esperas las confirmaciones. El otro día alguien me dijo que era de mal gusto no aceptar las invitaciones de gente que hace mil años no veo o con la que no tengo nada en común, aún ahora sigo creyendo que si no hablo con una persona en 20 años ¿por qué querría hablar ahora? ¿sólo porque tiene facebook?.  

Aún con todo ello siento debo confesar algunas cosas: 
1. Hice que mi mamá abriera una cuenta para que viera las fotos de Michelle ya que es más fácil subirlas que mandar los attahments en un correo,  
2. Lo reviso con regularidad (al menos 3 veces por semana o más si me llega algún mensaje).
3. Ya soy del club de los que si no actualizan el perfil, revisan el de sus amigos o suben fotos, siente que tiene un "pendiente más" en la lista de cosas por hacer en el día.
4. Cuando no tengo nada qué hacer me doy una vueltecita y hago comentarios a mis amigos, reviso los status o veo si alguien ha cambiado los relationship status, nomás por saber.
5. Me gusta cuando hacen comentarios en las fotos o en mi status o cuando a raiz de la herramienta me pongo en contacto con gente que creía perdida de mi vida.

Sin embargo todavía me cuesta mantener al día tres mails, linkedin, meetup, facebook, blog, flickr y twitter porque me canso; como diría el marido "como pa´qué". Les digo, ya estoy vieja. 

May 08, 2009

Ovo





El domingo llevamos a Michelle por primera vez al circo. Aunque el Cirque du Soleil es como para no perdérselo y disfrutar cada momento, nada se comparó al hecho de ver de qué manera Michelle vivió su primer espectáculo “para adultos”.

Desde la llegada se iba dando cuenta que la salida no era como la de cualquier domingo por la tarde. Aldo y yo íbamos preparados para lo peor y ya teníamos un plan de quién se iba a salir cuando llorara o se desesperara, qué debíamos llevar para entretenerla y cuál iba a ser el acercamiento al circo. Como de costumbre Michelle se encargó a echar por tierra los planes de los precavidos padres y hacer lo que se le da la gana sorprendiendo aún a quienes se precian de conocerla mejor.
Debo admitir, sin embargo, que el arma secreta funcionó y ahora podemos decir de manera oficial que Michelle puede aguantar 3 horas de función en nuestras piernas, siempre y cuando tenga un bowl de palomitas de la cual echar mano. La Mademoiselle se comió solita medio bote (de los más grandes) y se quedó con ganas de más.

Cuando la función comenzó no quitó los ojos del escenario durante al menos 10 minutos ya que estaba completamente cautivada con las luces, la música (brasileña) y los disfraces llenos de colores. Cuando dominó la situación fue cuando su atención se centró en las palomitas para regresar alternadamente al espectáculo.
Las vecinas de enfrente aguantaron con gracia que Michelle les diera un pisotón ocasional y hasta le invitaron palomitas cuando se dieron cuenta que nosotros se las habíamos quitado.

Los payasos fueron el hit ya que hasta se rió con sus chistes, pero lo que más nos preocupó a Aldo y a mi fue que su número favorito fue el de unos chapulines acróbatas que saltaban en trampolines y trepaban por las paredes. Dirán que somos exagerados, pero no estábamos tan lejos de la razón ya que desde ese día la Mademoiselle brinca más que de costumbre en la cuna y levanta la pierna queriéndose salir. La cama tendrá que esperar hasta que las tendencias chapulinescas desaparezcan del mapa.