September 29, 2008

Primer susto

Estábamos los Canizales Gutiérrez tranquilos un domingo esperando a ver qué eventos culturales había para la Mademoiselle, cuando la susodicha se despierta de su siesta matutina cual boxeador que acaba de perder la batalla. ¡¡¡En la torre!!! dejamos lo que estábamos haciendo -y por hacer- y corrimos con Michelle al hospital. Oh si, mis queridos. Llegó nuestra tan temida primera experiencia en un hospital canadiense. 

La cosa estuvo así: 
Llegamos a urgencias y después que la vieron, se brincaron a otros pacientes para evaluarla porque querían asegurarse que no había problemas respitarorios y que sólo era cutáneo. Tras la revisión dieron el veredicto: no es grave, así que nos mandaron a la Policlínica. 

Ya ahí nos dicen que hay una pequeña demora (normalmente tardan como 2 horas en atender a un paciente, pero ese día estaban retrasados así que tardarían más). Nos mandaron a que nos fuéramos si queríamos y que regresáramos en 2.5 horas. Todo hubiera estado bien si no fuera porque entre el estresado del marido que no quería que se nos pasara el turno y la flojera de tomar autobús y metro para llegar a la casa, estar ahí media hora y de regreso, decidimos quedarnos y sólo salir a comer a un restaurante cercano. Grave error. Las 2.5 horas de espera se transformaron en ¡¡¡6 horas!!!. No es lo normal, nos dijeron, pero la espera no nos la quitaron. Lo bueno es que el marido se había ido después de la comida a traer los artículos que debía leer para la clase y de pasada armó un "kit de sobrevivencia". 

La Michelle corrió como loca, jugó a las escondidas con Aldo, la saqué a pasear para que se durmiera, comió, siguió jugando, la cargué, vió el DVD de Los Muppets, el de su cumpleaños, el de Elmo, de nuevo el de los Muppets, la saqué de la recepción donde estaban las enfermeras, volvió a comer, durmió, la cargó Aldo, hizo migas con una niña oriental y al final, neceó. Uf!

Cuando finalmente nos pasaron ya se le había bajado la hinchazón (sospecho que la espera es una táctica del gobierno para ver si realmente estás enfermo ya que si después de 6 horas siguen los síntomas, te damos medicamento; si no, no era nada). El doctor dictaminó que dado que no tenía temperatura, sus signos vitales estaban bien, que no se veía decaída (traía un pila...), y de que la alergia no se veía tan grave porque no tenía complicaciones respiratorias nos daba solamente un Benadryl pediátrico ¡¡que se puede comprar en la farmacia sin receta!!!. No es que quisiera que la Michelle estuviera más enferma, pero después de la espera, del susto y del cansancio yo esperaría que al menos la inyectaran, pero no. 

Por supuesto que quien hubiera visto a Michelle a las 7 de la noche ni se hubiera dado cuenta que tenía alergia. Aún y cuando estaba un poco roja en ciertas partes de su cuerpo y tenía un poco de comezón, no dejó ver que estaba decaída o molesta. Claro, el marido y yo no veíamos la hora de bañarla y dormirla porque estábamos en calidad de bulto. La Mademoiselle como si nada.

Sistema de salud de Quebec: 1, Los Canizales Gutiérrez: 0.

Nota: en atención a los futuros pretendientes de la Mademoiselle omitiremos complementar esta entrada con una foto.  
  

 

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